Un temperamento. De los poco temperados. Aunque no se sabe en principio si es el de la variedad volcánica creadora (un músico romántico y en jauría) o de la variedad nubladora, que oscurece todo, que de las dos las hay.
Las elevaciones de temperamento volcánico son, por su parte, reservadas si no se las escudriña despaciosamente. Ruido y furia. Así han ido los volcanes llenando el mundo.
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