sábado, septiembre 30, 2006

Rad

La rad que la sierra aminora. La plataforma oblonga de cada rad y sus perfiles engañosos. La rad perforada o las vaguadas tan áridas como ondulaciones de la arcilla, de la marga, de areniscas heteróclitas. Los siglos de torrentes y de terrazas para que las rads fueran un campo que apuntase a un mismo lugar indeterminado. O pacientes figuras que retrepan por la pequeña montaña como insectos que interminables marchasen o eternos persistieran.

viernes, septiembre 29, 2006

Sino todo lo contrario

Toda roca nace plutónica o eruptiva, como todo hombre aristotélico o platónico. Diferentes mayéuticas. Cuestión de emergencia. ¿Cuál es el análogo del arrancamiento?

jueves, septiembre 28, 2006

Topógrafo literario

Moretti más bien cartógrafo, el topógrafo literario se ocupa de áreas reducidas, a la escala del individuo y de las piedras que arroja con una honda. En un volumen en octavo, eso equivale a trabajar en la transición entre dos capítulos como quien se esconde en un ribazo o estima fanega y media.
Póngase que calibra una oración compuesta y el párrafo que le sigue al objeto de saber si la herencia de una alegoría de pasada está bien repartida. El pago tasado está a la altura de la superficie medida, valga el volumen de la expresión.
El geodesta, por su lado, no puede descabalgarse de la Ilíada o de la Eneida (La Odisea es, más bien, para navegantes que miran el Sol a su mediodía). Eso, si no les da por el Ramayana o por la Guía de Teléfonos, salvo la de Soria que ha sabido mantenerse dentro de los cauces de la lírica.
Pero los poemas épicos suelen estar achatados por los polos, es decir, no se frecuentan todas sus regiones por igual, porque sus lectores sólo quieren medir algunos fragmentos señalados del hexámetro meridiano. Nos dividiremos las sílabas como si fueran hazañas valerosas.

miércoles, septiembre 27, 2006

Las playas

Estamos en medio. Pero estamos en medio de una manera peculiar. Entre la tierra y el mar. Lo que parece del mar es de la tierra y al contrario. Lo que parece sólido, lo es a nuestros pies y líquido a nuestras manos. Vemos ilustraciones de playas elevadas o levantadas, vemos los camiones que vienen cargados de dudosas arenas a que haya playa. Por el otro lado, vienen a morir y a incordiar ya muertas las medusas, con su simetría axial y su vocación radial. La playa, y su drôle de guerre perpetua.

martes, septiembre 26, 2006

Alpino

Un estilo. O una marca de fábrica y una colección de estampas. O un giroscopio eurocéntrico. O un tipo que se especifica con un adjetivo añadido, ya sea "dináricos" o "suizos". O "alpino" siguiendo alguno de una bolsa de sustantivos heteróclita. Decir "alpino" como decir "clásico". Por lo demás, la escala temporal de la construcción, la inteligencia de lo irrepresentable dinámico. La geología, paradigma de lo sublime, sublime paradigma.

lunes, septiembre 25, 2006

Metales

Metales nativos como profesores nativos de lenguas extranjeras y metales nativos como profesores nativos de lenguas muertas. Profesores fósiles de lenguas que hablan con un espejo de metal, azorados ante (o tras) el azogue.
O profesores meteoríticos de atletas universitarios que dicen medallas o metales en una convergencia de baja ley fonética. O el que es minero y el que ha sido minero. Lo que le mantiene buscando pico y barreno.

domingo, septiembre 24, 2006

Carreteras

Una carretera es ahora el pasado. Los dos carriles nos hablan del hogar o de la infancia, o nos parecen un pasado sin arcenes y sin relojes. O una sensación de lejanía, cuando nos sucede lejos de territorios conocidos, que puede virar también hacia los vidriosos dominios de la memoria.
En esas ocasiones, uno puede detenerse y pasmarse contemplando un guijarro o algún insecto que recorre la parte más árida de la cuneta. O puede uno pensar en las carreteras fallidas, en los proyectos inconclusos, en las carreteras que acaban en un lugar innominado de la sierra, justo cuando ésta deja de engañar o cuando se acabaron el dinero o las ganas. Es otra variante del pasado, igualmente indefinida pero teñida de las debilidades humanas. ¿Despreciaremos la falta de plan o elogiaremos el juvenil empuje? ¿Diagnosticaremos una catástrofe que acabó con algunos veranos que, dada la infantil ausencia de relojes, calificaremos una vez más y tontamente de eternos?¿O nos evitaremos la literatura como si ello fuera posible?

sábado, septiembre 23, 2006

Cuevas

Las cuevas son el antiguo humano y afectado emblema de la decrepitud. Un complejo seguramente poco resistente y siempre reciente se nos figura una anciana o eterna verdad, lógicamente oculta. Además, la vejez de la roca es la exposición al aire. Si no, sólo pasa por ella el tiempo radiactivo o el tectónico o el metamórfico, los cuales son otro tipo de vejez. Nadie se metamorfiza en anciano. En anciano, uno se erosiona. Y se reconoce en la expresión, propia de actrices tronadas (acepciones primera y segunda), acéptese, asúmase la redundacia.

viernes, septiembre 22, 2006

Novelas

La geología en las novelas. Un drama ciclópeo con que contrapuntear las pequeñas andanzas humanas. Obsérvese que hará bien el novelista en utilizar terminología más bien local: dinantiense en lugar de carbonífero, y no se trata de una especificación o una precisión. Es la necesidad de individuación de las novelas lo que es más importante aquí. Por otro lado, que no se sepa nada bien de qué se está hablando, algo a valorar y no poco.

jueves, septiembre 21, 2006

Carreteras

El sutil paisaje de los desmontes, como la tijera que corta la hoja de lata. El diagnóstico de pasada para las heridas de la tierra o de los campos de labor, empeñados en parir piedras que el labriego acumula inaudito. Roídas calizas o granitos desconchados. Todo lo que se quiera, sólo tiene que irse lo suficientemente lejos. Parar el coche sólo cuando no quede otro remedio.

Arnulfo Alirón, fragmento inédito cortesía del autor.

miércoles, septiembre 20, 2006

Piritoedro

Una geometría que no haga abstracción de la sustancia. Que nombre y conozca sus figuras por la materia con que nos viene dada. O sea, como las geometrías realmente existentes y como las otras: Pura materia, la materia de la forma, con los instrumentos para trazar, etc.

martes, septiembre 19, 2006

Para una vida de Alirón

Hemos localizado una referencia a Alirón en un volumen recopilatorio del periodista Manuel Turronero (Una vida sin tin tinta no es vida y otros lunes, Madrid, Ediciones de la Churrería, 1969). En el artículo de título "Una tertulia de hogaño" (sin fechar en la recopilación), leemos:

Otro asistente es Serafín, Serafín Arnulfo Alirón Mangado, joven profesor de Ciencias Naturales que parece un anarquista vegetariano redivivo, devuelto a nuestros tiempos como si además de no comer ternera fuera aficionado también al espiritismo.

Hase de suponer -como diría Turronero en su enclisis de antaño- que, de cualquier modo, este Alirón es más joven que el que publicó el libro que hemos venido citando y hase igualmente de contemplar que el retrato puede ser escasamente fiel.

lunes, septiembre 18, 2006

Viento. Lluvia

Su labor pausada e incansable o su furia subitánea e incontrolable. O el tremedal que a nuestros pies indica que estamos rodeados, en un pozo extenso como un campo de fútbol con las instalaciones anejas. Pero arriba el viento nos dará en la cara y nos traerá lo que hay al otro lado del valle, no tan lejos.
Preferimos los caprichos del tiempo que sorteó la determinación del río que deshizo estas rocas e hizo este suelo, del que no podemos fiarnos. Que nos mira con un fastidio indisimulado.
Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid, Tejavana, 1983.

domingo, septiembre 17, 2006

Desierto

Pensamos en el prototipo, el desierto de arena. la arena es una agua paradójica que no marca la horizontal sino por una querencia dilatada y sujeta a los vientos. Eso permite buscar sombras que alguna ilusión pueden convocar.
Todos saben de la fotogenia de ese desierto, fotogénico como una geoda pero sin la sospechosa aclimatación de ésta a los aparadores. El mar y sus ondulaciones ardientes, tan conseguidas en las fotos desde cierta altura. Abrimos el trabajo canónico sobre la influencia de la fotografía aérea en la geografía y pensamos que la cuestión central puede ser el de al llamada geografía popular, o el de la geografía fantástica que atribuimos a tantas partes (para empezar, a ésta) de nuestro mundo. Inmediatamente repasamos grabados decimonónicos que nos quitan la razón, imágenes anteriores. Perspectivas aéreas como arieles maleados, en islas como aeronaves.
Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid, Tejavana, 1983.
NOTA: No tenemos ninguna seguridad a la hora de identificar el "trabajo canónico"al que se refiere Alirón. Dejamos, en consecuencia, a lectores mejor informados las indagaciones pertinentes.

sábado, septiembre 16, 2006

A hueso

Las piedras sueltas que definen un plano sobre la ladera en conjunto cóncava. Lo que quiere decir que el canchal esconde su propia concavidad por algún fenómeno perceptivo, aunque uno nunca puede estar seguro. Las piedras sueltas como una roca sedimentaria a hueso. Una arquitectura de grava, una obra civil de guijarros. Pasarán los años como con todo lo demás y este monumento deshilachado resistirá como los mejores o mejor. Lo hueco frente a lo sólido, lo sólido como un continuo. La escala de nuestras manos como referencia para ideas abstractas y para aparatos de medida. Pero los zapatos se me están llenando de polvo.
Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid, Tejavana, 1983.

viernes, septiembre 15, 2006

Muros

Petrología construida o depositada a lo largo de las laderas. Manteniendo el nivel o, si es necesario, cayendo por donde más se cae.
Obra de manos u obra de años. Depositada o hincada con la solidez de una refutación. Buscar de dónde vienen las piedras desplazadas. Luego indagar por la suerte de sus hermanas de ciudad. Componer una fábula más bien tonta.
Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid, Tejavana, 1983.

jueves, septiembre 14, 2006

Palabras periódicas

Estructuras regulares, rimas mudas. El discurso sigue una ley precisa o vagamente descentrada. Se espera algo que debe ahora aparecer. O paragramas que aparecerán si cruzamos las líneas. Las posibilidades que tengamos y sus límites o una aperiodicidad irreductible. O algún caos menor. Todos mis diálogos como una tabla de multiplicar. O las loterías.

Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid,Tejavana, 1983.

miércoles, septiembre 13, 2006

Piedra sobre piedra

No quedará pìedra sobre piedra. Frívolamente, ni hiedra sobre piedra. Se presupone que la destrucción opera a favor de la gravedad. La obra humana y la natural sujetas a una fuerza que da el último toque a la acción de los elementos. Las palabras crecen sin la gravedad, sujetas tal vez a otras fuerzas erosivas. Su ruina es la ceniza, que se lleva el viento. O que se deposita entre las piedras o sobre las piedras ya caídas, que son como una explosión pasajera (el suelo será enterrado por otro suelo) de hongos entre la hierba o esa ceniza. Aquí yace el poderoso. Palabras sobre la piedra que se hace polvo y adivinamos entre la arena del desierto. El desierto, antiguas promociones.

martes, septiembre 12, 2006

Niebla

La niebla acerca u oculta. Si aleja es puro romanticismo de la peor especie. Moja las curvas de la carretera y estoy pensando en una carretera de montaña. En la llanura, la niebla predispone a fenómenos de diferente naturaleza o incluso, diríamos en estos tiempos, de diferente talante. En el interior con niebla golpeamos las rocas en busca de alguna sorpresa y sorprendemos a la víbora que descansa dormida. Las indiferenciadas rocas que, siempre hay clases, también tienen su ganga. La visión de conjunto que la niebla invita a fantasear encerrada en un puño que oculta un guijarro junto a la cabeza aplastada de una culebra.
Los excursionistas siguen golpeando como escolares irreductibles, juramentados en una destrucción que les hará adultos y perfectamente prescindibles. Un profesor se rasca la lepra con un trozo de pizarra. El valle tal vez decida deshacerse de su disfraz blanquecino o reciba la visita de un viento que abrirá un paréntesis meridiano. Los escolares han emprendido una batalla a pedradas. El viento llega y consuela a los descalabrados. El monte es un amasijo de restos. No hay buitres.
Citado de Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid,Tejavana, 1983. Nos ha llamado la atención el vocablo "talante", que el lector puede sospechar tan de nuestros tiempos como de los de Alirón. Observaremos que éste escribía en torno a mediados de los años setenta.

lunes, septiembre 11, 2006

Paseo. Excursión

La hierba o el matorral y los senderos casuales se tornan guijarros sueltos y desnudos que, al poco, van creciendo en tamaño y dificultando la marcha. Voces de cierta contundencia cruzan el valle, pero cada vez es más difícil identificar su origen, por no decir descubrir su sentido. Piensa en campesinos poseedores de extrañas claves guturales o piensa en los insectos a sus pies, que se han especializado en un avanzar trabajoso pero, al parecer, eterno.
Las piedras caen de la ladera que conmemora el desgaste, el paso del tiempo, erosión eterna también y rápida, a fin de cuentas. Rápida y que deja nuestro tiempo humano en nada. Más arriba, las rocas firmes pero cariadas, testigos también del aire, del agua o de los inviernos.
Hoy preside el Sol el ascenso y las sombras ya están muy acortadas. Las distancias hace ya un rato que han dado muestras de su terquedad en el engaño o en, por utilizar una palabra no carente de èpica, la decepción.
Como siempre, descenderá antes de tiempo, asustado de un modo suave, sin ningún botín memorable, con alguna duda.

domingo, septiembre 10, 2006

Núcleo

El núcleo de Jon Amiel, basura científica utilizada para una basura narrativa. Como sabemos, basura es palabra que se edifica desde la posición ocupada por el operario de la escoba. Mejor será decir que El núcleo ilustra el proceso que va desde la falta de imaginación y trabajo, mediando una colección de disparates que se presentan como verdades científicas o tecnológicas, hasta una colección paradójicamente supersumativa de insensateces y tonterías narrativas inaguantables.
No se trata de que se estire o deforme la ciencia para construir una narración, sino de que esos estiramientos son correlativos de una narración de categoría ínfima. Correlación que proponemos como ley de las que se cumplen siempre.

sábado, septiembre 09, 2006

Fósil

Renovada de labios en labios, así viviente, la palabra de alguna lengua antigua, muerta, venerada no sabemos muy bien por qué. Restaurada de una fonética apagada, revivida o mantenida. Como la semántica de la palabra 'fósil', que si 'viviente' inunda nuestros oídos no sólo con ecos, también con la materia flexible de un período inimaginable y que viene a ser como éste.
Suerte de las palabras que nos muestran la transparencia del tiempo, o sea, que nos lo ocultan.

viernes, septiembre 08, 2006

Metamorfismo

Las palabras que han cambiado, presionadas por todas las demás, los hablantes nada temperados, sino encendidos en sus inercambios a gritos.
Suavizadas o erosionadas acaban las palabras, pero el caso que hoy nos ocupa es diferente. Nacerán o verán la luz como adultos, entrecejos fruncidos, fricativas que han pulido como agua el lecho que ahora moldea la corriente. Significados acumulados, pero también sesgados. No sabemos por qué, salvo por los siglos, fórmula que nos consuela al sugerir que el tiempo es una estancia que llenamos con algo.

jueves, septiembre 07, 2006

Palabras industriales

Producidas en factorías que aportan un polvo finísimo que convierte a toda materia fonética en un continuo untuoso, un jabón que pasa de mano en mano y que luego el industrial mejora o así lo pretende. Un resultado lateral es que procesos ciegos que otros llaman naturaleza imitarán al arte. El pueblo poeta. Los consumidores poetas.

miércoles, septiembre 06, 2006

Diluvial

Noé y el acohol etílico. No faltan relatos laterales que sostienen que durante los cien años que le llevó construir el arca, y sin duda por alguna mala inteligencia de la situación, se esforzó casi exclusivamente en dotarla de piscinas, acuarios y peceras en que salvar a los peces y demás habitantes de los mares. Cuando su jefe, advertido, se decidió a sacarle del equívoco, pudo el eficaz calafateador señalarle que la baja de salinidad resultante de tanta lluvia como se prometía podía causar problemas a la fauna escamosa. No obstante, reconoció que había un serio error de concepto y una mala estimación de las prioridades en su estrategia.
Sucedió sin embargo, que el arca buena no fue la segunda, la que reconstruyó tras el episodio aludido, sino la tercera. En efecto, en la segunda, Noé se especializó en anfibios, lo que no excluía algún reptil, unas cuantas aves, cierto número de mamíferos. Por alguna obligación no revelada se conservaba también algún pez pulmonado.
De entonces, de la reducida piscina que le correspondió ya antes de la segunda fallida botadura (o botadura en negativo pues no se trataba de que la embarcación fuera al agua sino de que el agua viniera a la embarcación), se dice que mantiene la nutria su conducta en ocasiones un tanto obsesiva, con tendencia al corto circuito.

martes, septiembre 05, 2006

Hailing Stones

Brecha, que parece que tiene tanto que ver con romper y esas cosas. La semántica que lleva a utilizar la palabra para referirse a la roca sedimentaria de grandes trozos embebidos en una matriz con resultados hasta un tanto fauve o de un Rothko que dibujase óvalos tiene un momento estructural: fragmentos como para abrir cabezas de alguna megafauna (en su día, se entiende), pero no sabemos qué se podrá abrir con los trozos integrados en una megabrecha. El momento genético de la semántica atendería a las rupturas precisas (y bastante localizadas) que son precisas para la obtención (personifiquemos) de los grandes fragmentos. No es pequeña la probabilidad de que ambas sugerencias etimológicas sean tan vagas como disparatadas. El lector puede, no obstante, entretenerse en los aspectos estructurales y genéticos de otros movimientos semánticos. Todo sea por meternos con el pobre Reichenbach.

lunes, septiembre 04, 2006

Dureza de las palabras

En su escala, las palabras se comparan con exabruptos que van perdiendo su calidad gutural a medida que ascendemos, así nos detengamos en un apatito cacuminal y de articulación reticente.
Cada cuál lleva su instrumental léxico para comparar el vocablo con que le asaetean ("como sueles venir en la blasfemia") con los insultos bien calibrados en su escala léxica: la dureza de "majadero" es dos; la de "rufián" tres y medio. Como todas las escalas de este tipo, ésta es meramente ordinal, o quizá su relación con la fisiología de la laringe y del oído le han comunicado un audible aire logarítmico. En otras palabras, dado que no economizamos ni oxonienses proferencias ni bovulares berridos, cada vez nos va costando más insultar a la gente como es debido.

domingo, septiembre 03, 2006

Coleccionista de colecciones

Coleccionemos criterios de ordenación y clasifiquémoslos, claro. Estudiemos su compatibilidad mutua, su jerarquía, pero no seamos demasiado fantásticos. Hay clasificaciones que no sirven más que lejanamente al coleccionismo (pues al final buscamos una división en partes que no son intercambiables entre sí). Tendremos (según distinción alejandrina) colecciones arbóreas y colecciones semirreticulares. En éstas habrá objetos que puedan corresponder con razón a más de dos casillas de un determinado nivel -como si una hoja pudiera estar en dos ramas a la vez, que ni en pérgolas de plátanos- y eso sin pérdida de rigor y sí con mejora.

sábado, septiembre 02, 2006

El coleccionista de palabras

O palabras bien dispuestas en su caja, cada una en su apartado y con su etiqueta. Ordenadas según color, procedencia o, preferiblemente, tipo de simetría exhibida o hábilmente ocultada por los caprichos de la naturaleza.

viernes, septiembre 01, 2006

Alfabético

- Pues si van a iniciar la colección de minerales, comiencen a comprar las muestras por orden alfabético.
Esto nos lleva azufrados hasta la azurita, la cual antes de dar paso a la letra b, quizá se vea acompañada de la malaquita sin quiosco.
La baritina será incluida al objeto de que el coleccionista tenga al menos empezada la letra b y no se detenga con el alfabeto.
Otras posibilidades interesantes vendrían dadas por ordenaciones alfanumericas, ahora referidas a los grupos espaciales o a las localidades de procedencia, lo que con un proceder sabiamente concéntrico podría dotar a la colección de un aire de autenticidad mineralógica.