Como la sangre el campo de batalla. El cuerpo como una finca rústica sin más afeites que las conducciones aplicadas. Los flujos, insondables por definición: los flujos son más complejos que una sola lectura. Vamos de aquí para allá, vomitados y comentando como idiotas la terrible cuestión del defectuoso drenaje. Un arquitrabe subterráneo. O subacuático.
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