lunes, diciembre 27, 2010

Sal sobre los adoquines

El paseante conoce de los puñados de sal que la precaución burocrática siembra infértil sobre las rampas y otros brillos del pavimento. We are the hollow men, holly, mistletoe and ivy: el acebo que se acaba, el parásito y la que acaba con todo y levanta tejas. Aunque hay que reconocer que las contribuciones literarias de los dos últimos son Astérix y, yo diría, alguna ciencia ficción que amenaza con la furia ciega del vegetal y sus múltiples pelillos.

lunes, febrero 08, 2010

Extraña fruta

Invernales, a la caída temprana de la tarde en un febrero inadvertido y desnudos los árboles con sus asimetrías y sus ramas que esperan sobre el fondo gris. Allí predomina el blanco sobre el otro color de los plásticos que el viento ha enganchado para una pornografía cruel y cercana al transtorno obsesivo-compulsivo.
Pero ese blanco de las bolsas desbaratadas es una luz sobre el gris cada vez más gris de la tarde al fondo. Y el gris como el blanco esperan, hasta en los casos más desesperados, el consabido milagro de otra frutería.

miércoles, septiembre 02, 2009

Pausa

Nos tomamos un descanso.

martes, septiembre 01, 2009

Ciudad (para una teoría de las teorías veraniegas)

En la ciudad, la distancia del taxista, nuestros recorridos son escaleras en el plano que contradicen en lo más íntimo nuestras caminatas rústicas o montuosas. La centuriación es lo que tiene. En justa compensación, para eso se inventaron las plazas: para la diagonal, la cuerda o el apotema. El perímetro es un paseo infrecuente que oculta los motivos más serios y tortuosos.

lunes, agosto 31, 2009

Polígono (para una colección de paseos veraniegos)

Conduzco por el polígono, pabellones embargados, y está desierto a estas horas. Al Oeste el Sol es una naranja; o un pomelo, que es comparación de cierta literatura. Pero el Sol se mueve rápido detrás de los chopos. Son los chopos de la ribera los que, por así decir, ascienden rápido. Como se ve, somos especialistas en describir mal el movimiento. Seguimos dando vueltas por el polígono.

domingo, agosto 30, 2009

Compost (para una colección de paseos veraniegos)

Nos entretenemos en comprobar lo avanzado de tan particular digestión, con sus grumos, sus coágulos y sus podredumbres fosilizadas. Esto nos pasa por no tener, como Abel, ovejas, que cagan bien y con semillas de trébol. Y es que alimentar el suelo, la metáfora nos sea permitida, nos recuerda cómo todo se pierde.

sábado, agosto 29, 2009

Abejas (para una colección de paseos veraniegos)

El aire movido parece tranquilizar a las abejas. No suenan sus susurros posibles ni el paraje amaga otras amenazas que la torcedura eventual de un tobillo. Este día fresco, de viento del Noreste, que señala el final del verano en estos robledales, no excluye la gracia en technicolor del serbal, ni la promesa de la zarzamora, pero sí los baños alegres y la siesta sin manta. De momento, llevamos el jersey en bandolera, como una toalla asimétrica. De un azul veneciano, eléctrico ma non troppo.

Incendio (para una colección de paseos veraniegos)

Dos aviones en retirada, uno detrás de otro, en dirección este. Sobrevuelan el pantano, se pierden entre unas nubes y tras los montes. No nos llega otra señal y la que hemos referido será señal sólida mañana, cuando sepamos de los papeles de dónde venían y qué habían estado haciendo. En este momento, es el mañana de ayer, sobre los negros tejados, sobre las calizas oceánicas de ayer, llueve.

jueves, agosto 27, 2009

La piedra repetida (para una colección de paseos veraniegos)

Nos fijamos y discutimos acerca de la piedra de este caserío y en los días siguientes la descubrimos lejos y aún más lejos. Las discusiones serán sobre si se trata de la misma piedra, sobre si se dan ciertas homogeneidades o heterogeneidades, sobre si el carácter de éstas, de verdaderamente darse, es esencial o no. Cuando se la cree reconocer en las montañas, hay quien niega que una y otra, la tallada y sometida al arte y la que formaron los sedimentos tranquilos, sean siquiera parientes.

miércoles, agosto 26, 2009

Semiplano (para una colección de paseos veraniegos)

En las áreas cercanas a la costa, recorriendo carreteras estrechas y que viran hacia otra nada, nos sentimos cerca de la frontera que separa a los dos semiplanos, uno de ellos tramado, en el libro de texto. Como las paralelas de la trama son menos gruesas que la raya que separa uno y otro semiplano, y que debe de pertenecer a alguno de ellos, tememos que el borde del acantilado merezca una de esas representaciones cartográficas en que las curvas de nivel se aproximan en un haz de ésos que cambian el color de las curvas cuando se separan, cuando se distinguen, cuando son una trama torpe, pero convencionalmente realista.

martes, agosto 25, 2009

Lluvia (para una colección de paseos veraniegos)

La lluvia concede al día una calidad opaca y que iguala carretera, cuneta, las colinas de los lados y el camión que aparece en el cambio de rasante, que también acaba de aparecer. Ahora es el día el que transmuta la lluvia ordinaria y monótona en una nada gris, en un ectoplasma en que se materializan objetos brillantes por húmedos. Sólo la lluvia no brilla y ha de esperar al extenderse sobre el asfalto, se requiere el ángulo adecuado, para convivir con esos objetos brillantes que ella ha hecho brillantes, con el raro brillo que vemos en la niebla profunda, en los rótulos amarillos, los cromados renovados.

lunes, agosto 24, 2009

Península (para una colección de paseos veraniegos)

Malacostumbrados por la escala de la Ibérica, se nos hacen anchas y largas las que caminamos, concluidas en un faro, dotadas de una construcción aislada o adornadas de unos pinos, pocos ante el mal tiempo que es usual.
Por ello, los recovecos se nos hacen geosinclinales o, más modernamente, promisorias cuencas oceánicas que recibirán nombres portentosos en los cartularios del futuro. Por ello también, y en justa y poética complementariedad, ciertas funciones orgánicas se ven aceleradas, aguas mayores y menores, las cuales como a aquél la magdalena, nos traen tantos recuerdos y urgencias.

sábado, agosto 22, 2009

Desenfilada (para una colección de paseos veraniegos)

El cálculo de la desenfilada como pasatiempo cartográfico se orla del cálculo de las desenfilada toponímica en el mapa: el paraje bien conocido por los lugareños bajo un nombre o expresión raramente único que se mantiene anónimo en la escala 1 a 50000 y bajando.
O esa otra modalidad de objetivos mal comunicados que sucede cuando el topónimo rebasa tipográficamente los límites de varios términos y alcanza, como era de esperar, a parte del extranjero.

Obras (para una colección de paseos veraniegos)

Las públicas en la carretera amenizan la tarde a todo el mundo, incluso los fines de semana, en que no vemos a los dos trabajadores que dan paso y detienen con se supone bien administrada sincronización. Por lo demás, la tarde del verano en su cadencia nos devuelve a unos años con los que asociamos la luz del poniente y carreteras estrechas entre los conglomerados terciarios que tanto agradecen la citada luz, quizá por emulación de los verdes diversos de los bosques de más arriba.

viernes, agosto 21, 2009

Sequía. Tomas. Depósitos (para una colección de paseos veraniegos)

El verano está siendo muy seco y las teorías sobre la obra civil se erigen como monumentos más caducos que la verdura de las eras. Antiguos errores que se hacen modernos, insuficiencias, rarezas de la hidrostática y de la hidrodinámica. Junto a singularidades geológicas que retumban bajo las pezuñas hendidas o sin hendir. Junto a turbiedades, grifo violento, vientos secos y nubes que engañan.

jueves, agosto 20, 2009

Agua (para una colección de paseos veraniegos)

Me levanto y orino. Vacío la cisterna y noto que no se llena de nuevo. No hay agua (Posibilidad: no bebo agua, no se llena la vegija, etc). No me ducho, ni me lavo. Cuarenta y cinco kilómetros de coche muy dormido con el bello Sol del amanecer ante mí.
Luego me ducho y me peino. Hasta me corto dos uñas. El mundo adquiere su aspectabilidad habitual; claramente sinéstesica, como puede colegirse.

miércoles, agosto 19, 2009

Muro (para una colección de paseos veraniegos)

Con los años, los muros son arena y la arena y el muro dejan de ser muro. En otras palabras, que hay que repararlo, con el saneamiento y reconstrucción consiguientes.
Pero un muro decadente es un complejo ecosistema de hormigas, arañas y larvas especialmente dotadas dentro del territorio (clase es el término, según del nombre sentencia, que también se decía de Gianni Bugno, que tenía mucha) de los insectos.

martes, agosto 18, 2009

Puerto (para una colección de paseos veraniegos)

Al puerto, con su paradójica hospitalidad, se le asignan leyendas históricas que ribetean el territorio anfractuoso de la verdad. Entre los pinos, claros que cruza el arrendajo, heraldo impertinente. Está el género de los puertos que no descubren una panorámica inteligible y que nos hacen dudar de su propia condición, que nos asoman a un engañoso valle lateral que no es aquél que buscamos y prometían los sedicentes viajeros.
Como de la condición de las fronteras y los tributos, de cuya verdad no dudaríamos si no fuera porque es tan usual mostrar con subrayada deixis am phantasma los legajos, los documentos, las señales de tráfico.

lunes, agosto 17, 2009

La importancia de estar Ernesto (para una colección de paseos veraniegos)

Debe de haber un animal muerto, ahí entre las dos casas, entre la maleza, entre que no huele demasiado como para tomar medidas. La breve lluvia, ¿incrementa el mal olor como suele suceder con las viandas hechas sopas o no lo hace? ¿O podemos invitar al buitre a que inspeccione entre las zarzas, bajo los pinos, al otro lado del río entre los árboles?

domingo, agosto 16, 2009

Gotas (para una colección de paseos veraniegos)

Sobre la superficie opaca del agua, del agua que nos rodea, las gotas de lluvia caen en su canto aleatorio y, goterones al fin y aún escasos, forman burbujas que nos recuercan a una piel aquejada de una dolencia juvenil y más bien leve.
Hace frío, o tenemos frío, mojados; alguien intenta protegerse con una toalla. Por lo demás, calma chicha que deja que las gotas caigan verticales como plomadas sobre el plomo del agua opaca, que ya había dicho. Renunciamos a llegar a la isla y al regresar la lluvia escampa, pero es un espejismo también opaco que dura poco. Nos rendimos y ya en tierra nos seguimos mojando con la lluvia de agosto.

sábado, agosto 15, 2009

Dietario (para una colección de paseos veraniegos)

Mañana: Paseo por los bosques, pinos, hayas y robles. Las vacas para arriba y para abajo. Mediodía: preparo marmitako. Tarde: siesta. Más tarde: Corro hasta el pantano, nado, y vuelvo corriendo. Cena: sardinas, tomate, esparragos, vino de cosechero de Álava. No ha habido tormenta. La del primero me llama.

viernes, agosto 14, 2009

Robo (para una colección de paseos veraniegos)

Nadar y guardar la ropa. Nos roban unas zapatillas que dejamos en la orilla. Parece que se aprovecharon de más cosas, a juzgar por las informaciones que intercambiamos con otros bañistas ,aunque sólo sea para así interrumpir un tanto las palabras gruesas y hallar otro consuelo.
Hagamos hipótesis sobre las rentas legales de los levantadores, quienes parecen mas interesados por el capricho que por complementar aquéllas de un modo consistente. O, a lo mejor, estaban haciendo un cursillo.