martes, octubre 31, 2006

Ventanas

Las ventanas, que nos permiten dar por representado un paisaje. Un marco para el argumento de un Desargues.
Las ventanas, como fabricadoras de ese paisaje. La realidad, que se hace cuando le ponemos coordenadas. Cuando le ponemos. El marco solapado a la ventana. A la Magritte. Representaciones crepusculares. Isomorfismo y contigüidad. Je ne magritte rien.

lunes, octubre 30, 2006

Cabaña ovina

Salvo en las églogas, los pastores ovejeros son geología. El pastor de Castilla, motivo pictórico, escultórico y fotográfico, excusa literaria, corresponde a un relieve más bien desgastado y salpicado de ruinas, un erial con las anfractuosidades de un rostro quemado por el viento.
Quedan todavía algunos de esos pastores verticales que niega la autovía al conductor apresurado. Según la edad del pastor, vemos la estampa que compone con los dos corderos recién paridos, efímeros recentales, uno en cada mano.

domingo, octubre 29, 2006

Tablero

Bajo el puente, sobre la gravilla donde las ruedas de la bicicletas se atascan, se hunden como en una pasta que puede respirarse. El puente, no exento con todo de cierta gracia, es de la familia de los contundentes, sobre todo así, visto desde abajo. Desde abajo, un puente no conecta dos orillas. Es una bóveda celeste y es un suelo. Alguien cobra su peaje vertical.
El ciclista cambia de sentido, inquieto quizá por algún ruidillo que aún no ha identificado, como quien cabalga un grillo.

sábado, octubre 28, 2006

Flecha

Entre la cuerda y el arco, el pago de la viga a la gravedad es asunto para los más inspirados de nuestros mayores. Pero la viga real y la viga ideal dibujan también la trayectoria de una vida, nacemos y morimos. Los mayores recuperan una trayectoria que los niños predijeron. Y sus comandos saben apostarse en los lugares estratégicos desde donde también controlan el hormigonado. Las cuadrillas de encofradores, como decía el poeta, desfilan ajenas.

viernes, octubre 27, 2006

Sótano, semisótano

Las relaciones con nuestros pies, un tanto desplazadas. O con sus pies, con la luz que nos llega al subsuelo. La que no entra en nuestra caverna, otros la pisan,dudosa.
Aplíquese a la luz que llega al suelo del sotano, que nosotros pisamos y apenas pisamos nuestra tenue sombra. Aplíquese también a locales con vanos a dos calles de diferentes niveles: Nuestros pies y la luz se ponen a jugar eschéricos, aunque la luz está siempre muy atenta a los campos gravitatorios. No así nuestra mirada.

jueves, octubre 26, 2006

Freático

El adjetivo que se independiza de un sustantivo como "nivel". Seguramente porque asciende en la estación favorable hasta hacer peligrar el nivel del discurso. Una propensión al rebasamiento, al rebosamiento. Irrefrenable, como el agua.

miércoles, octubre 25, 2006

Trinchera

Las heridas de la tierra muestran a ojos ajenos la vida inteligente. Pero el zapador es un insecto que acaba ciego. El ingeniero rasea los trazados de sus hermosas vías; busca un contrapunto a los senos del paisaje o de los territorios fronterizos entre la ciudad y ¡mire, usted!, el campo.
Como en el teatro más descarnado, su propósito no es otro que el de mostrarnos, en las metamorfosis de la vida y la muerte en la trinchera, qué es en realidad la vida. Un ingeniero de almas, entonces.

martes, octubre 24, 2006

Corroborar, comprobar, etc.

El Correo:
Arqueólogos vascos descubren que el Sáhara estuvo densamente poblado
Bien, sin embargo, ya lo sabíamos, con lo que propondríamos el titular:
Arqueólogos vascos descubren a este periodista que el Sáhara no era un desierto hace unos miles de años,
que sigue adoleciendo de ciertas imprecisiones, pero al que algún monzón le llega perfecto, recompensante.

lunes, octubre 23, 2006

Pérmico de telefilm

Los inimaginables lapsos temporales acercados por una dramatización que une la singularización, a veces hasta llegar al nombre propio, y los rasgos de humor, muy profesionales, verdadera sabiduría actoral, por parte de los reptiles mamiferoides o de los decadentes anfibios gigantes (futuros esqueletos de hombres antediluvianos, como es sabido). Lo sublime por el lado del contraste: la humanidad del drama (tan previo al drama de la humanidad), la cercanía de las peripecias de individuos o de especies, y el tan ajeno tiempo geológico, la negación misma de la común experiencia humana.

domingo, octubre 22, 2006

De repoblación

Como los hombres, intentan mantenerse erguidos sobre lomas o sobre terrazas solitarias. Lo que diferencia a éstas últimas es la cabeza de Ozymandias: "No te quepa duda; por aquí estuvo alguien que pensaba que era alguien".
Pero estos pinos son una cabellera afectada de tiña. Andan buscando una litografía de otros tiempos. Una ilustración para la higiene pública o para la explotación racional de los recursos. Los días de niebla, a la cabellera de los pinos se le añade una borra como de procesionaria atmosférica. La nava es el escenario de una desolación menor. Vuelve al coche, que había dejado a la derecha de la carretera, junto a un bidón de vocación incongruente, y lo pone en marcha. Ya no hay más pinos y ni siquiera más niebla. Un cuervo ni se inmuta a su paso. Es un poblador consecuente.

sábado, octubre 21, 2006

Niebla

La niebla, la que nos recubre y la que vemos. La que vemos a lo lejos es crecimiento y es también forma. La de una caricia que se entrelaza con las lomas y con alguna anfractuosidad que se resiste a la vista. Lo que corresponde tratándose de la niebla. Porque la niebla sirve, sobre todo y contra lo que se dice, para hacernos ver.

viernes, octubre 20, 2006

Meteoro

La lluvia y su concavidad elemental, el mundo parietal y gris de la lluvia en octubre. Buscamos una tregua como quien busca una abertura en el desfiladero. Nos reunimos, ajenos al meteoro presente, a celebrar el agua pasada (con vino, claro).

jueves, octubre 19, 2006

La piedra y los melocotones

La piedra cae del cielo y cuando acierta deja la fruta como una mala palabra nos deja el día. La piedra respeta al vecino (para qué te quiero, quijada de asno) y la palabra salta su valla en las noches fugaces de estrellas y destellos. Las palabras construyen sus propios muros. Sintaxis a hueso y mampostería de gramática parda. Llueven chuzos de punta, como si fueran polisílabos azules.
Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid, Tejavana, 1983.

miércoles, octubre 18, 2006

Angustia glaciar

El niño se enfrenta con el esquema de un glaciar -blanco, azul y marrón- las diferentes morrenas que produce, distinciones que pasarán de moda. Pero él no parece comprender las relaciones de causalidad implicadas. De hecho, hay un problema más grave. La morrena, ¿es parte del glaciar o no? ¿Requiere el glaciar aquella unicidad sustancial que no admitiría la roca, la roca que no fundiese en superficie a cero grados centígrados?
El niño llega a la metáfora del río de hielo. En este tipo de cosas pensaría Aristóteles cuando admitía entre las metáforas las que transportan de género a especie y de especie a género: el río de hielo no fluye a la escala de las tardes humanas. ¿En qué pensaría Heráclito?
Pero digo mal, no es que las admitiera, es que de no dar Aristóteles la definición que da, no sería definición de metáfora. La definición, más exigente consigo misma que con lo definido. ¿Qué diría Cayetano? ¿Qué diría Daneri?

Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid, Tejavana, 1983.

martes, octubre 17, 2006

Drenaje

Como la sangre el campo de batalla. El cuerpo como una finca rústica sin más afeites que las conducciones aplicadas. Los flujos, insondables por definición: los flujos son más complejos que una sola lectura. Vamos de aquí para allá, vomitados y comentando como idiotas la terrible cuestión del defectuoso drenaje. Un arquitrabe subterráneo. O subacuático.

lunes, octubre 16, 2006

Catástrofe

En ETB2 nos ilustran con When Time Ran Out, película de catástrofes de 1980 y que, según parece, fue una catástrofe.
Volcanes y petroleo. Hawai. El hombre chinchando a la Tierra o a la Naturaleza para mayor delito. Paul Newman retraído en lugar de prometeico.
Lo esencial del género es que la catástrofe es sólo aparente. Se trata, más bien, de una vuelta al orden, superficialmente alterado por la soberbia humana, generalmente encarnada por algunas momias del Hollywood anterior al cansancio. Que esa vuelta al orden natural sea catástrofica, o un desastre -por obedecer la terminología americana: disaster films- , lo es sólo con respecto a los intereses de unos pocos que han arrastrado a un suficiente número de incautos.
Ahora bien, el referente no es la Torre de Babel. Aquí, se parte de una confusión (mejor habría de decirse divergencia o separación) previa de las lenguas. Los hombres no es que ya no entiendan a los pájaros, los árboles y ese tipo de contertulios, es que no se entienden entre sí. En estas películas, ni los personajes ni los interpretes.

domingo, octubre 15, 2006

Arena

Es posible que, en el parque, la arena ofrezca a la niña que apenas ha aprendido a sostenerse sobre la bicicleta alguna seguridad generalmente ignorada. Algo que el nítido cemento no puede darle y que no es lo que obtiene de la arena o del barro deleitable el niño que corretea sobre el suelo de caucho o de algún otro material despaciosamente innoble.
Las ruedas sobre la arena, un sonido continuo que el oído tiende a percibir en unos dientes de sierra de intensidad que también crece según el desarrollo, que se dice, que el ciclista lleva o, que también se dice, usa.

sábado, octubre 14, 2006

Arcilla

La arcilla, metáfora para la creación, que es siempre cosa del espíritu, un soplo que esponja y llena de flechas un ladrillo o una pella que es sustituible por cualquier otra, o por una boñiga, que, sin embargo, suele ser más espirituosa.
La arcilla es también metonimia, incluso metonimia de sí misma, condición a la que le degrada su condición de materia prima arquetípica. El mundo suele empezar cuando acaba de llover. En la región del barro, que siempre podremos sublimar hacia la arcilla.

viernes, octubre 13, 2006

Pedradas

Las batallas campales se resolvían en una artillería improvisada, entre niños o entre niños y un adulto loco que ningún niño sabía de dónde había venido o si su condición natural era estar allí, dándose por aludido ante la lluvia de piedras que nadie sabía ciertamente cómo había empezado.
Sólo podía concluir con algún descalabro. Una retirada a la que el loco que actuaba a distancia pondría el puente de plata de las últimas salvas. Su triunfo le otorgaba la euforia que le facilitaría el paso a la siguiente locura. Otro puente de plata, una metamorfosis de su entusiasmo jadeante e inconexo. Niñez y locura. Como por capricho, entre el cambio constante y la obsesión en un tiempo sólo dibujado con motivos tan crueles, pero también tan vivos.

jueves, octubre 12, 2006

Malpaís

Abrupto horizontal y de repente una tormenta liberada como con el hígado comido. Se lleva la tierra y no hay un cauce que imponga mejor orden. Somos ocres en un campo de agua que llena el aire. Nos lo habían advertido. Sabemos donde está la carretera, pero al escampar sigue corriendo el agua y el barro sobre un asfalto lavado como un resto paleozoico. Somos un sudor de la tierra. Además tenemos sed.
Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid, Tejavana, 1983.

miércoles, octubre 11, 2006

Charcos peatonales

El charco, ese husmeador de la horizontal o de la depresión en el pavimento intachable. El charco resitúa los colores del suelo urbano como la corriente del arroyuelo a las banderas que se lleva para poder luego arrastrar otras más. La ciudad es un armazón de vacíos que aguardan la lluvia, para llevársela. La esperanza de la renovación es un sumidero insuficiente, que interpretamos como signo de la vida.
Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid, Tejavana, 1983.

martes, octubre 10, 2006

Tiempo

Las piedras y su corporeidad. Su identidad esencial suele ser más perdurable que su identidad sustancial, aunque no siempre. Pero los procesos químicos o radioactivos imponen continuidades frente a la catástrofe de la ruptura de un canto en dos. Las piedras, además y en general, mantienen escasos intercambios materiales con el exterior. Los hombres somos bastante menos rígidos en cuanto a la identidad sustancial, pero la identidad esencial es mera ilusión. Esa es nuestra identidad esencial.

lunes, octubre 09, 2006

Presa

La presa se adhiere a su base vertical con la fe de una orogenia. Seguramente lo hace porque busca resultados globales y que podrían explotarse en la ciencia ficción e incluso también en la ficción científica: piensa con su pensar hormigonado en que podría llegar a alterar significativamente el momento de inercia del planeta. Resulta que hemos visto hasta las películas que no ha visto nadie.

domingo, octubre 08, 2006

Miliarias

Entre las pequeñas piedras o el polvo, la palabra miliaria que jalona un discurso secular como una precesión del sentido.El oyente camina y el cansancio hace que sólo espere la palabra miliaria y no el espejismo que falsamente conforta. El homileta introduce anticadencias que pronto descubren su previsibilidad como un ritmo que no promete nada.
Arnulfo Alirón, Memorias de un maestro voluntarioso, Madrid, Tejavana, 1983.

sábado, octubre 07, 2006

Tranco

Por los sembrados, el tranco adquiere la aperiodicidad del rengo. Un ritmo ternario que puebla los de pan llevar de sombras y construcciones suburbanas. Y eso si el caminante no topa, como el agrícola golpea un cráneo (dijo el poeta), con un canto de dimensiones respetables y trastabilla como un rigodón en variedades.

viernes, octubre 06, 2006

Magalia

Magalia. Un personaje absurdo que malvende y se inclina por la hipérbole surrealista (cuatro campos de golf). Parece que le han dicho que no.
Los arrendajos en el pinar de agosto verán pasar los trenes y mejor que no nos vean haciendo como que le damos a la pelotita. La urraca ha descendido a examinar lo que la pinaza oculta. La urraca mira el agua de la Sierra de Malagón, Cartagena con sus molinos en formación, el exiguo riachuelo en el robledal que habitan otros pájaros, el agua mínima del Valladal para dieciocho por cuatro setenta y dos grines, que dirá el munícipe. Un mundo habitado por tortugas de Florida y gafas de sol discretas. Dinero evaporado. Las vacas pariendo entre los pinos por mera asepsia.

jueves, octubre 05, 2006

Viñas

Muchos viñedos descubren pendientes antes ignoradas y que habían sido ocultadas al ojo lejano. A las pocas horas de trabajo se descubren sinuosidades que el arado acentúa, que subrayan las revueltas y bustrofedones del labriego.
Entonces, todo para el ojo son rectángulos oblicuos de un ocre monovarietal o de una paleta que ordenó hace meses la reja, rectángulos que componen un atlas que ha perdido la horizontal y que suena estrábico y cubista.
El aviñador, como le llama el poeta, sigue indiferente a la rapaz que traza círculos obsesivos en el cielo, en el cielo que tal vez está abajo, que tal vez está en otro sitio.

miércoles, octubre 04, 2006

El hortelano entre la dunas

El prestigio contrastivo de los oasis, pero este hortelano está al pie de farallones de arenisca y arcilla, farallones por emplear un término de incierta eficacia y apodíctica verticalidad, está al pie del desierto o de la estepa vertical con su manchita verde (sólo desde un punto de vista bajo, rasante), mínimamente fresca entre los territorios ocres e inabarcables.
La verdura ágreste y más densa se refugia en los límites, junto a los linderos, sobre invisibles cursos de humedad y frescura. Los límites son interrumpidos por puertas que alcanzarían una altísima cotización ceremonial en alguna isla en technicolor de los Mares del Sur o en una huertita: el metal de un somier o la madera de unos pallets asombrosamente ensamblados y rematados por un voladizo inestabilísimo de uralita.
El hortelano y el amigo del hortelano se entretienen y puntean las estaciones y sus cultivos escogidos con una conversación que se remite a un tiempo de estaciones platónicas, exactas como poliedros sobre una mesa.

martes, octubre 03, 2006

Bañeras

Las piedras de la bañera. La pómez, púmice, las sales de baño, los redondeados cantos y guijarros de azúcar colorida e insoluble que vinieron un día a visitarnos seguramente en casa ajena. Porque la bañera es un paréntesis del tiempo y acoge a sus piedras como a patos de goma de algún buceador New Age. Discrepemos de la bañera mientras hay tiempo, porque en el fondo yacen nuestros huesos blanqueados y exánimes. En la bañera acaba siempre sobrenadando una grasa o una película jabonosa, tal vez de consistencia cerosa. Horizontal y calma como una laguna Estigia. Tub burial.

lunes, octubre 02, 2006

Volcánico

Un temperamento. De los poco temperados. Aunque no se sabe en principio si es el de la variedad volcánica creadora (un músico romántico y en jauría) o de la variedad nubladora, que oscurece todo, que de las dos las hay.
Las elevaciones de temperamento volcánico son, por su parte, reservadas si no se las escudriña despaciosamente. Ruido y furia. Así han ido los volcanes llenando el mundo.

domingo, octubre 01, 2006

Pozos

Un pozo, una metáfora en que no solemos reparar -tan presente, por cierto, en las ciencias físicas-, seguramente porque el pozo es discreto por naturaleza, es más un negativo o una carencia -aunque díganselo esto a alguien en el desierto- que una forma positivamente dada contra un fondo.
Hemos mencionado la idea de pozo en la física. Por cierto, tal idea, sobre todo por sus representaciones gráficas, nos recuerda más a una depresión en cuyo punto más bajo, o en sus cercanías, podemos esperar la surgencia de un pozo artesiano. Una metonimia, entonces. Y un modo de que la forma en cuestión sea saliente.
De Hans Bohm, The American who died of a definite article, New York, Frontier Press, 1967.