El verano está siendo muy seco y las teorías sobre la obra civil se erigen como monumentos más caducos que la verdura de las eras. Antiguos errores que se hacen modernos, insuficiencias, rarezas de la hidrostática y de la hidrodinámica. Junto a singularidades geológicas que retumban bajo las pezuñas hendidas o sin hendir. Junto a turbiedades, grifo violento, vientos secos y nubes que engañan.
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