El mortero y su deposición a través de los años, de los inviernos infaustinos, llama a vigilar el muro. Arena, cemento y agua. Como si faltase la sal, que quizá sea la grava. Escribo con manos iracundas y dañadas por la aplicación que han puesto en la aplicación de la masa. El gremio de la construcción y sus manguerazos. Además la temperatura baja sin ninguna consideración en este agosto en que leemos " trece grados". San Mamés bajo las aguas.
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