jueves, agosto 06, 2009

Cadáver (para una colección de paseos veraniegos)

Ahí sigue la culebra, lo que se dice de dimensiones y verdes considerables, los verdes más o menos pálidos, vientre o lomo. A un metro de la boca del gran desagüe, que es también un tubo.
-Pero la serpiente no es un tubo simple, explica alguien. O es tan tubo como nosotros.
Ante el animal muerto, la conversación vira hacia la embriología y deriva hacia los celentéreos microscópicos de pantano, y luego se disuelve en el agua revuelta de la tarde.
Hemos dejado atrás el desagües, seco, y la serpiente, lo que aún queda de la serpiente muerta, y arranco el coche, que no es tan invernadero como había venido temiendo. Cruzamos al poco tierras donde otras culebras lloran con las lágrimas que les han prestado sus primos, los cocodrilos, quienes -como todo el mundo sabe- son bolsos y no son tubos.

No hay comentarios: