Istmo y estrecho figuran alguna proximidad cognitiva, pero son dos realidades completamente disímiles en lo que a la topología se refiere. Lo cual nos remite a la psicología cognitiva otra vez. El mar, el océano, envuelve las tierras, los continentes. No al revés. Pues el globo terráqueo, la visión que de él compartimos desde hace unos siglos, deja muy claro donde tiene los huecos. A la esfera podemos recortale las tierras emergidas y sería una esfera con agujeros. Alguno observará que justamente no una esfera, lo cual es otra historia; pero lo cierto es que si a la esfera le recortamos los océanos, nos quedamos con unas cuantas piezas aisladas. Aisladas. Planeta azul. Lo que es consecuencia no sé si de la gravedad, de la diferencia etnre el estado sólido y el estado líquido, de la tectónica de placas, del total de la superficie continental (aunque podemos imaginar una pangea que abrace el globo como una bunfada) o más simplemente, es una consecuencia de que, sin siquiera un punto de apoyo, el mar nos mueve.
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