El núcleo de Jon Amiel, basura científica utilizada para una basura narrativa. Como sabemos, basura es palabra que se edifica desde la posición ocupada por el operario de la escoba. Mejor será decir que El núcleo ilustra el proceso que va desde la falta de imaginación y trabajo, mediando una colección de disparates que se presentan como verdades científicas o tecnológicas, hasta una colección paradójicamente supersumativa de insensateces y tonterías narrativas inaguantables.
No se trata de que se estire o deforme la ciencia para construir una narración, sino de que esos estiramientos son correlativos de una narración de categoría ínfima. Correlación que proponemos como ley de las que se cumplen siempre.
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