Brecha, que parece que tiene tanto que ver con romper y esas cosas. La semántica que lleva a utilizar la palabra para referirse a la roca sedimentaria de grandes trozos embebidos en una matriz con resultados hasta un tanto fauve o de un Rothko que dibujase óvalos tiene un momento estructural: fragmentos como para abrir cabezas de alguna megafauna (en su día, se entiende), pero no sabemos qué se podrá abrir con los trozos integrados en una megabrecha. El momento genético de la semántica atendería a las rupturas precisas (y bastante localizadas) que son precisas para la obtención (personifiquemos) de los grandes fragmentos. No es pequeña la probabilidad de que ambas sugerencias etimológicas sean tan vagas como disparatadas. El lector puede, no obstante, entretenerse en los aspectos estructurales y genéticos de otros movimientos semánticos. Todo sea por meternos con el pobre Reichenbach.
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