La rotonda es un reino donde el espacio se multiplica misteriosamente. Parece que la intersección de dos rectas es cognitivamente más difícil de gestionar que la de una recta y la circunferencia que seca.
De hecho la dificultad en las rotondas corresponde a la elección del carril en que uno se sitúa y en saber si se puede salir a uno más externo. Podemos decir que la fuerza centrífuga no tiene prioridad salvo en el círculo más externo donde no tiene con qué compararse.
De hecho la dificultad en las rotondas corresponde a la elección del carril en que uno se sitúa y en saber si se puede salir a uno más externo. Podemos decir que la fuerza centrífuga no tiene prioridad salvo en el círculo más externo donde no tiene con qué compararse.
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