El reloj de sol analemático según nos explican, del cuál somos gnomon por un instante. Pero los días de Sol y los días que somos bípedos y verticales, tal es nuestro destino: marcar las horas claras, las cuales -como a los ricos su llanto- también hieren. Con una sola excepción, salvo para los muy cobardes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario