martes, abril 22, 2008

Minería

La minería nos proporciona imágenes de muy distintos géneros, pero que concluyen sin duda en la melancolía de la finitud. La explotación agotada y abandonada, la que nunca se explotó porque no valía la pena.
La escasez y el precio cambian, naturalmente, las condiciones fundamentales, pero el nuevo carácter precioso del mineral ha adquirido ya la marca de la contingencia, la cual paradójicamente es tan eterna como lo que más.

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