El pántano no es el pantano. Es una realidad aterrizada en un entorno donde el mundo moderno ha entrado a base de voladuras sancionadas por el ingeniero y los capataces.
El pántano es un ofrecimiento verbal más generoso, que el visitante ocasional no sabrá reconocer, pero el vuelo de las esdrújulas es como los acentos circunflejos de las cimas cercanas, como la entonación propia de una promesa o de una profecía misteriosa e involuntaria.
El pántano es un ofrecimiento verbal más generoso, que el visitante ocasional no sabrá reconocer, pero el vuelo de las esdrújulas es como los acentos circunflejos de las cimas cercanas, como la entonación propia de una promesa o de una profecía misteriosa e involuntaria.
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