Las avenidas son acontecimientos que, dentro del territorio de lo abrupto, aun connotan cierta laminaridad populosa. Por eso, las avenidas de la historia es expresión que, en último término, se aviene con los biempensantes de guardia y de retén. En cierto modo, las avenidas de la historia son como las grandes alamedas. También podemos probar con las populosas alamedas, valga la redundancia.
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