La velocidad para un lado o para otro, mayor o menor, es un sitio o es otro. Vemos a Lewis Hamilton con el coche escapándosele de la curva tras un reventón. Las repeticiones muestran o comienzan a mostrar el proceso. Aportan así una calidad nueva al tiempo: lo repentino se transmuta en un proceso. Los capítulos de ese proceso surgen de pronto al recuento de nuestra percepción. Una mirada más atenta desenvuelve a cada uno de ellos en posiblemente morosos procesos. Shall we follow? Los carros siguen dando vueltas al estadio.
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