Las alineaciones poseen el prestigio, bien que pasajero y sujeto a modas, del tiempo: lo que va antes y lo que va después como eje fundamental de casi todo. Se dirá que una alineación tomada en un sentido remitirá a otra que se tomará como el mismo tiempo. De ello se concluye que el tiempo se escapa o que no es otra cosa que una hilera patrón. Sin embargo, todo el que guarda una cola sabe que al desgranarse discreto de la cola le complementa el tedio continuo de lo que pasa sin que pase nada. Ahí algunos se remitirán a la fisiología o a la psicología, pero lo cierto es que hemos ingresado en el dudoso reino del continuo, o de lo continuo. Y lo continuo es un abismo que no se redime fácilmente. Nuestra vida son escaleras y ascensores. Lo continuo es deleitable y se nos escapa de entre los dedos.
1 comentario:
Esta bien, no me importa que no escribas más :-) pero me fastidia no haber registrado cada una de estas entradas. Porque sí que recuerdo que no las registraba todas.
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