Nos vemos en el mapa. Aquí, en este punto preciso; esta vaguada con esta otra. Sorprendentemente, tenemos la carta en la mano, pisamos la confluencia de dos riachuelos y estamos fuera del mapa.
Caminamos y nos reencontramos casi fuera de esa hoja. Dentro de poco estaremos en el mapa de alguien que sí tiene copia de esa tierra prometida, de torrenteras y fuentes inseguras que frecuentan las cabras y otros semovientes del mapa iluminado.
Caminamos y nos reencontramos casi fuera de esa hoja. Dentro de poco estaremos en el mapa de alguien que sí tiene copia de esa tierra prometida, de torrenteras y fuentes inseguras que frecuentan las cabras y otros semovientes del mapa iluminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario