La autopista y la velocidad y la perspectiva que nos facilita nos lleva a una impresión extraña en lo que se refiere a los radios de curvatura. Nada que afecte a la conducción -porque ésta no tiene que ver con lo que hay a lo lejos-, pero sí a la vista: vemos arcos de cierta extensión que nos engañan en su longitud. Apreciamos las curvas a una escala y en un ángulo al que no estamos habituados. Un peaje.
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