miércoles, mayo 09, 2007

Las cerezas a la vuelta de la esquina

Si las fresas comienzan el breve paréntesis en que sustituirán a lso fresones, las cerezas convocan a las barcas y a los tordos. Las barcas convocan al cliente de la tienda de ultramarinos y del tordo alguien celebrará el uso de su pico y de sus patas en el cerezo.
El tiempo de las cerezas es deleitable como un tiempo que habita en el lado dulce de la tonta memoria entre el turdus merula y el ruiseñor. Las cerezas, que aparecen por nuestras orejas dionisíacamente preindoeuropeas, que ya es decir, un tiempo que se acomoda en el corazón. Corazón de melón, claro.

No hay comentarios: