Los guías introducen en el flujo de su conocimiento algún pedazo de retórica fósil. A algunos nos parece un error, pero sospechamos de la buena recepción de la manida retórica entre la mayoría de la esforzada y ambulante audiencia.
Con el tiempo, el guía se escapa del circuito jalonado de su intervención programada, pero nunca del todo. Porque, años después, la expresión tópica les devuelve a su juventud. Y, por algún misterio ciertamente incomprensible, la propia juventud es un refugio ameno de ese espejismo que llamamos memoria.
Con el tiempo, el guía se escapa del circuito jalonado de su intervención programada, pero nunca del todo. Porque, años después, la expresión tópica les devuelve a su juventud. Y, por algún misterio ciertamente incomprensible, la propia juventud es un refugio ameno de ese espejismo que llamamos memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario