Una situación que nos deja al extraño albur de una sierra y su peaje. A veces llegan las nubes y a veces no. Esa sierra es un gradiente pronunciado, por tanto, y sus laderas son disímiles como si la divisoria se escribiese por distancias estruendosas.
Así está el astro: para poner adjetivos más bien chorras.
Así está el astro: para poner adjetivos más bien chorras.
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