Las piscinas que son rectángulos y sus nadadores que se cruzan incluso corcheras mediando. Guardamos nuestra derecha y nos obcecamos en un ritmo creciente hasta que luego comienza a decrecer. Y vuelta a empezar. No encuentro el adecuado: Aun sumergido no puedo decir que lo he encontrado. Al salir, duchado y vestido, por la calle, tampoco puedo decir que lo haya encontrado.
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