martes, octubre 23, 2007

Chispear

Chispea. Las mínimas gotas que a nada alcanzan son, a veces, un preludio al vacío, que es una expiación fallida que, plena, se agradecería ya concluida la vendimia y el consiguiente turno del aire y del calendario.
Se piensa en las sementeras y, a veces, en los tránsitos de las semillas, en los misterios de las operaciones humanas y en los de las operaciones de la naturaleza, que no tienen autor, como muchas de aquéllas.

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