El barro preside la hondonada. Nuestra llegada fue sin duda advertida y para nosotros fue súbito el aparecer del mundo cóncavo de construcciones techadas y cercados. Algunos animales al lado de las hondonadas en la hondonada, quiero decir de los charcos. Por lo demás, metales oxidados y sobre una carretilla gotas, no de lluvia, y sí de barro. Cáscaras de naranja en un rincón, junto a un neumático que un día vino rodando y ya no salió.
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