lunes, junio 11, 2007

Camino abandonado

De las lluvias de la primavera, la hierba tan alta (la pluralidad de las hierbas y sus flores) que sueldan camino y las praderas. En las hondonadas, barro, mucho barro. Rodaduras, las vacas y los terneros. Algún jabalí ha revuelto lo que quedaba de ordenado. Las abejas en su urbanización. ¿Dónde están las colmenas de los libros de la infancia si aquí sólo hay patchwork? Las sandalias siguen su vía unitiva. Pequeños recorridos con el barro que salpica hasta las ingles, con las hierbas que nos comunican sus insectos.

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