sábado, junio 30, 2007
Juan y Junio
viernes, junio 29, 2007
El verano y otras transparencias
jueves, junio 28, 2007
Circuito
miércoles, junio 27, 2007
Pósito
Pero pósito lleva una marca antigua y misteriosa, como un apósito, bien sujeta.
martes, junio 26, 2007
Aficiones
El mismo ritmo de la clasificación y sus vaivenes son heraldos que anuncian los días bonancibles y los días excesivos, su monotonía del sol o de la lluvia tras los paraguas, frentes ocluidos y jugadores lesionados. El tiempo cíclico, como el tedio y sus curiosos enojos.
lunes, junio 25, 2007
Iconos meteorológicos
El símbolo habitual de la lluvia es una nube cuya parte superior puede tapar Pau y medio Garona y que derrama sus gotas más meridionales puede que en Cintruénigo o puede que en Matalebreras. El tiempo a la carta. De desajuste geostrófico.
domingo, junio 24, 2007
Foehn
Y prosiguen su ascenso confiados en las muchas horas de luz que aún le quedan al día. Una marcha que emprendieron animosos, un ánimo que supieron transmutar en determinación silenciosa (los "trabajosos insectos", ¿recuerdan?). Pero un ánimo y una determinación que se fueron enfriando por más que la tarde siguiera sudorosa en sus frentes y bajo sus camisas. Sudor y lágrimas poco antes del collado que les certificaría un regreso honroso. Previo reagrupamiento de los distanciados montañeros.
jueves, junio 21, 2007
Interrupción III
miércoles, junio 20, 2007
Charcos
Llueve como quiere, pero cómo nos gusta la lluvia ortogonal, la que nos descubre que se puede asociar con el calor o con los días de San Juan. O la que nos pudiera tocar allá por Santiago con los días del perro. Como nos toca la pedrea o nos golpea el pedrisco. El de todos los veranos, según famoso título de novela.
martes, junio 19, 2007
Ventolera
lunes, junio 18, 2007
Municiones
domingo, junio 17, 2007
Los puertos cerrados
Los puertos cerrados son un estado de paréntesis invernal para algunas actividades que nos quedan lejanas a los más ociosos. Nos quedamos, de todas maneras y por comodidad, con los puertos difíciles de pasar.
sábado, junio 16, 2007
Dïa bajo teja
Se enfrenta a estos crucigramas escépticos y se reafirma en su decisión de no salir de casa.
viernes, junio 15, 2007
Cuando los dinosaurios dominaban la tierra
Nótese, empero, que el armonismo contamina también la idiocia paleontológica: los dinosaurios del Museo de de la Creación de Cincinnati son vegetarianos y bonachones. El mal en el mundo y en el bestiario queda explicado por eso que se llama la caída, que es un caso.
jueves, junio 14, 2007
Piedras sincategoremáticas
Nótese que hay ciencias enteras (la geología, la paleontología humana, la arqueología, la historia toda, algunas ramas de la criminología) que consisten básicamente en juntar a las piedras con sus causas, su vecindario, las intenciones de alguien o con un vaciado de por sí igualmente sincategoremático.
miércoles, junio 13, 2007
Chapas
martes, junio 12, 2007
Barro
lunes, junio 11, 2007
Camino abandonado
domingo, junio 10, 2007
Chaparrón
Luego sale el Sol y, aun así, oímos no tan lejana la artillería y la imperturbable circunstancia de la tormenta.
sábado, junio 09, 2007
Goterones
viernes, junio 08, 2007
La calor
jueves, junio 07, 2007
Un invento
Se dijo que no era cuestión de abandonarse a la retórica o a lamentaciones similares. Por eso y porque el portal era casi tan frío y sucio como la calle que le esperaba, salió a la oscuridad y a la lluvia. Pareció dudar de la dirección que debía tomar, pero al poco se encontraba ya casi en la plaza, desierta a esas horas. La lluvia arreció y él aceleró el paso. “La segunda plaza más grande de la Nación” –recordó las palabras del alcalde, un hombre al que lo corto de sus ideas no le suponía inconveniente alguno para extenderse en obras públicas y en discursos caracterizados, sobre todo, por sus dimensiones. Y la segunda plaza de la Nación o de la República –que también se decía- estaba desierta a esas horas. Se cruzó, a la distancia a la que los viandantes se cruzan en las plazas, sobre todo en las más grandes plazas de la República, con tres o cuatro sombras apresuradas. No sabría decir si alguna le había mirado, si se había interesado por el maletín que llevaba en su mano izquierda, por su gabardina desgarrada o por la herida en su mejilla. Sí estaba seguro de que nadie podía saber, por lo menos hasta la mañana siguiente nadie debería saber, qué había dejado en el tercer piso de aquella casa de escaleras empinadas o qué huellas no habría borrado del pasamanos mugriento e inestable que invitaba a un suicidio en día de lluvia o, por lo menos a un homicidio oportuno e irreprochable.
Los colaboradores. Retrato de familia
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