En la periferia de las ciudades las autopistas componen cordones y bucles que son llamados al atasco y a los rebotes. La alteración del terreno y la invitación a nuevos flujos que harán inútil la nueva vía al momento de abrirla al tráfico. La superación política es la de no molestarse ni siquiera por eso. Ya llegará la catástrofe.
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