jueves, agosto 31, 2006

Intrusos en la cocina

Seguimos con los intrusos. A más lejano origen -o estación anterior, pues origen es mucho decir-, más y mejor revelan el árbol geneálogico de su huesped, árbol cuyas raíces absorben todo el ramaje en una univocidad misticoide, dicho sea por cifrar en el árbol la "verdad", que es lo que ese huesped reconoce como verdad ante los ojos del lector o del espectador, sobreactuando claro. Es recurso narrativo y dramático universal.
Por eso, la búsqueda en una estructura compleja del componente inesperado dota al estudio de un sesgo idiográfico que también se reabsorberá más tarde en una teoría que avisará en un aparte de la importancia del episodio.
Este ciclo va dejando nuevas historias junto a las teorías. Historias que no se suelen contar del modo adecuado y que nos hablan de la misteriosa semántica de lo individual, que es algo así como un recordatorio de la irrepresentabilidad.

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