Invernales, a la caída temprana de la tarde en un febrero inadvertido y desnudos los árboles con sus asimetrías y sus ramas que esperan sobre el fondo gris. Allí predomina el blanco sobre el otro color de los plásticos que el viento ha enganchado para una pornografía cruel y cercana al transtorno obsesivo-compulsivo.
Pero ese blanco de las bolsas desbaratadas es una luz sobre el gris cada vez más gris de la tarde al fondo. Y el gris como el blanco esperan, hasta en los casos más desesperados, el consabido milagro de otra frutería.
Pero ese blanco de las bolsas desbaratadas es una luz sobre el gris cada vez más gris de la tarde al fondo. Y el gris como el blanco esperan, hasta en los casos más desesperados, el consabido milagro de otra frutería.
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