Anochece tarde, pero la tarde no nos resulta tan de la primavera de junio como debiera. Vamos cargados, nos duelen las piernas. Pues sí que estamos bien. Se nos hace tarde esta tarde, lo cual es el colmo cuando junio comienza y, salvo por la ocurrencia de los exámenes, ahí están las cerezas, los albaricoques, las excursiones a la sierra, las despreocupaciones. Mañana sacamos el bañador.
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